Visto y no visto.
-¿Y la nena esa, qué?
-¿Qué nena?
-La moños. ¿Qué nena va a ser? La hermana de Aguilar.
-No sé.
-Saber sabe; lo que no tiene, hablando en plata, es cojones para coger el toro por los cuernos.
A éstas se nos acercó el revisor con gesto cansino, haciendo malabarismos con un palillo que paseaba y volteaba entre los dientes con destreza circense.
-Ustedes perdonen, que dicen esas señoras de ahí que si pueden utilizar un lenguaje más decoroso.
-Y una mierda -replicó Fermín, en voz alta.
El revisor se volvió a las tres damas y se encogió de hombros, dándoles a entender que había hecho cuanto podía y que no estaba dispuesto a liarse a bofetadas por una cuestión de pudor semántico.
-La gente que no tiene vida siempre se tiene que meter en la de los demás -masculló Fermín-. ¿De qué estábamos hablando?
-De mi falta de redaños.
-Efectivamente. Un caso crónico. Hágame caso. Vaya a buscar a su chica, que la vida pasa volando, especialmente la parte que vale la pena vivir. Ya ha visto lo que decía el cura. Visto y no visto.
Igual ye la entrá que más me prestó leer de to les que pusiste del libru
ResponderEliminarEs que esti ye un momentazo Jajaja siempre me hizo mucha gracia
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