-¡Pero no tienes ningún tumor!
-¿Cómo lo sabes? ¡No podemos saberlo! ¿Para qué me mandarían si no al hospital?
-Si, claro, ya estamos como el año pasado, que creiste tener un melanoma en la espalda.
-¡Claro, otros lo vieron antes que yo!
-Pero sólo era una mancha marrón en tu camisa.
-¡Y yo cómo iba a saberlo, todos señalaban a mi espalda!

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