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Mostrando entradas de abril, 2010

The shadow's wind.

Cuando leas estas palabras, esta cárcel de recuerdos, significará que ya no podré despedirme de ti como hubiera querido, que no podré pedirte que nos perdones, sobre todo a Julián, y que cuides de él cuando yo no esté ahí para hacerlo. Sé que no puedo pedirte nada, excepto que te salves. Quizá tantas páginas me han llegado a convencer de que pase lo que pase, siempre tendré en ti a un amigo, que tú eres mi única y verdadera esperanza. De todas las cosas que escribió Julián, la que siempre he sentido más cercana es que mientras se nos recuerda, seguimos vivos. Como tantas veces me ocurrió con Julián, años antes de encontrarme con él, siento que te conozco y que si puedo confiar en alguien, es en ti. Recuérdame, Daniel, aunque sea en un rincón y a escondidas. No me dejes ir.

Bien viaje.

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+Desde que llegué aquí por perseguir al conejo blanco me han dicho qué debo hacer y quién debo ser. Me han encogido, estirado, arañado y metido en una tetera. Se me ha acusado de ser Alicia y de no ser Alicia, pero este es mi sueño, y yo decido cómo sigue. -Si te desvías del camino... +Yo marco el camino ahora.

Cry.

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-¿Por qué lloras? +Lloro por lo feliz que me siento, por la inmensa alegría que me levanta cada mañana de la cama como si fuese el último. Por cada risa acumulada, tengo la sensación de que ya son miles, por cada sonrisa inevitable, esas que me consiguen sacar cada recuerdo tuyo, sea bueno o malo. Lloro porque no sé cómo expresar las mil emociones que recorren mi cuerpo cada vez que me subo en el coche y me recibe tu mirada. Cada lágrima que ahora resbala por mi rostro lleva alegría, lleva felicidad, lleva toda la gratitud que siento al pensar en qué estado me encontraste, y en qué estado estoy ahora, pero también llevan miedo. Mis lágrimas están cargadas de miedo, miedo por la magnitud de lo que siento, miedo de que se acabe, de que te vayas, de volver a comenzar lo que me costó tanto enterrar. Lloro por el pavor que me da tan solo el pensar que te pierdo, pensar que puedo hacer algo mal, o que tú hagas algo mal y tenga que dejarte marchar. Tengo pánico a que encuentres a alguien que