No es culpa de nadie, solo mía. Yo estaba mirando hacia arriba. Era la cosa más cercana al cielo y estabas allí.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Avenida del Tibidabo, 32, Barcelona.

El cementerio de los libros olvidados.

El laberinto de los espíritus - Carlos Ruíz Zafón