Life.

Hace unas horas, buscando entretenimiento en una película de mi director favorito, escuché una frase que me aisló durante unos momentos en mis pensamientos. Una frase que decía "tarde o temprano en polvo te convertirás". Todo el mundo vive pensando en un "tarde", en toda una vida por delante, en un futuro, en un para siempre, en un trabajo, unos hijos, unos nietos, una familia, viajes, promesas, planes y más planes que tenemos, o tienen, preparados para nosotros. Pero, ¿qué pasa cuando en realidad es "temprano"? ¿Qué pasa cuando surge un imprevisto? ¿Cuando tropiezas y la caida es tan grande que ya no puedes levantarte? ¿Qué pasa con los planes, con los hijos que ibas a tener, con la gente que ibas a conocer? ¿Qué pasa con tus recuerdos? ¿Con lo que estás viviendo ahora mismo? ¿Qué pasa con la persona que quieres? ¿Quién la cuidará entonces? ¿Qué pasa con mis recuerdos, con mi vida? La gente llorará, y lo olvidará. Siempre olvidamos, es ley de vida. Y todos los momentos que has vivido, toda la gente que te ha hecho reir, toda la gente que te ha hecho llorar. Todas las veces que te has enamorado, la gente que has querido, tu familia, tus amigos y todos los momentos que has pasado con ellos. Los sábados, pero también los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y domingos. Todo caerá, todo perecerá contigo. Tu manera de enfadarte, las arruguitas que te salen en los ojos y en la boca cuando sonríes, o cuando te ríes, tu manera de querer, tu manera de amar... Todo. Y cuando piensas esto temes, te entra el miedo, y juras tener cuidado. Y entonces piensas: pero cuidado ¿con qué? Con todo. Con los coches. Con las alturas. Con la electricidad. Con la bebida. Con la droga. Con la gente... Y llegados a este punto por fin alcanzas una conclusión, que es imposible. ¿Y qué te queda entonces? Esperar. Pero no puedes esperar de brazos cruzados. Entonces sales, y ríes, y te emborrachas, y haces cosas que te hacen gracia pero en realidad podrían haber valido para un susto, y vives, vives esperando a que un día dejes de hacerlo. Pero, ¿qué otra cosa podemos hacer aparte de vivir?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Avenida del Tibidabo, 32, Barcelona.

El cementerio de los libros olvidados.

El laberinto de los espíritus - Carlos Ruíz Zafón