Good night.

-La máscara de la noche oculta mi rostro, si no el rubor cubriría mis mejillas por lo que me has oído decir esta noche. Quisiera guardar las formas, quisiera negar todo lo que he dicho pero adiós a los cumplidos, ¿tú me quieres? Sé que vas a decir sí y yo te creeré, y si lo juras quizá lo hagas en falso. Oh dulce Romeo si me quieres dilo sinceramente.
-Señora, lo juro por esa bendita luna que tiñe de plata la copa de esos frutales.
-No jures por la luna. La luna en constante que cambia cada mes en su esfera circular, no sea que tu amor resulte tan variable.
-¿Y por qué quieres que jure?
-No jures por nada. O si quieres jurar, jura por tu misma persona, que es dios de mi idolatría.
-Si el amor de mi corazón...
-No jures. Aunque eres mi alegría, no me alegra el acuerdo de esta noche. Es muy rápido, e insensato, repentino. Como un relámpago que se acaba antes de poder nombrarlo. Buenas noches. Este brote de amor con el haliento del verano puede dar una bonita flor cuando volvamos a vernos. Buenas noches. Buenas noches...
-¿¡Vas a dejarme tan insatisfecho!?
-¿Qué satisfacción quieres esta noche?
-Quisiera el juramento mutuo de amor fiel.
-¡Te he dado el mío sin que lo pidieras! Tres palabras, Romeo, y ya buenas noches. Si tus intenciones son honradas y piensas en boda, envíame recado mañana por alguien que mandaré en tu busca, de dónde y cuándo será la ceremonia y pondré todo mi destino a tus pies y te seguiré como mi señor por el mundo. Pero si no tienes buenas intenciones te pido que abandones tu empeño y me dejes con mi pena. Mañana te mandaré a alguien.
-Para salvar mi alma.
-Mil veces buenas noches.
-Mil veces malas por faltar tu luz.
-Buenas noches.
-El amor corre al amor como el colegial huye del libro, y como el que va a clase se aparta de él con cara triste.
-¡Romeo! ¿A qué hora te envío mañana el mensajero?
-Hacia las nueve.
-Allí estará. Aún faltan veinte años... Buenas noches. Buenas noches. Buenas noches... La separación es tan dulce pena que diré buenas noches hasta que amanezca.

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