Llegas a un momento en el que crees tener el control, en el que piensas "mi vida es mía", en el que crees que todo lo que haces, dices y piensas lo controlas tú, nada mas que tú. Y mientras el destino se ríe, se muere de la risa, deja que te confíes, que camines con seguridad, que te lo creas tanto que descuides tus pasos. Es en ese momento cuando el suelo se vuelve resbaladizo, y das un traspiés, y otro, y otro más. Llega gente a tu vida en la que jamás habías pensado, con las que jamás habías soñado. Y tu corazón se hace un poco más grande para acoger a esa persona especial, esa que tan bien te trata, que tanto te cuida. Que tanto promete y que algo más engaña. Tu vida se mezcla. Y da vueltas, y vueltas, y vueltas. Y entonces dudas. Y toda la seguridad, toda esa vida de la que creías tener el control se te escapa, se te escurre de las manos. Y piensas como una persona te ha hecho perder la seguridad de esa manera, e intentas enfadarte, intentas echar culpas innecesarias, bu...