Lo sé. He estado en tu lugar, la verdad es que yo también me asusté un montón. ¿Y si me hace daño? ¿Y si me abandona? ¿Y si muere? Eso sería mi fin, así que decidí cortar antes de que pudiera hacerme nada, ¿y sabes qué? Fue el mayor error que yo he cometido. Y tú estás cometiendo el mismo error ahora y te aseguro que no voy a quedarme sentado a verlo. En el amor debes arriesgar, Sandra, arriesgar. ¡Yo no lo hice! Y mírame ahora, soy el fantasma solitario y hueco de un hombre, lo que no significa que no vaya a herirte. Pero te garantizo algo, ningún dolor que sientas será jamás comparable a la pena que proviene de darle la espalda al amor. Siendo alguien que ha sentido mucho ambas cosas, créeme. El dolor es mejor que la pena, sobre eso no te quepa la menor duda. No huyas. No lo hagas...

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