Aunque parezca un macarra, soy todo un sentimental.

Y ante usted cae mi sombrero por tener tanta paciencia, porque sé que mi apariencia no es mejor que mis modales. Pero qué quiere que haga, yo me he criado en las calles. Donde no vale la pena el cuidar cada detalle, y el juzgar por lo que piensan los demás es de cobardes. Por lo menos yo soy claro, tirandito a transparente. Puedo tener mala pinta, pero no soy mala gente.

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